Batalla de Irún

No obstante, desde el primer día Mola había intentado enviar columnas para hacerse con el control de la provincia y cortar la comunicación con la frontera francesa.

Además, era bien difícil hacer llegar refuerzos de la zona central y máxime en los primeros días de la guerra, que el estado republicano se había desintegrado entre la rebelión militar y la situación revolucionaria que estaba teniendo lugar paralelamente.

Por otro lado, las fuerzas sublevadas en la zona no eran mayores en tamaño, contaban con el apoyo de artillería pesada, refuerzos aéreos que consistían en Junkers Ju 52.

En el bastión navarro Mola reorganizó sus fuerzas y planificó el asalto final sobre Guipúzcoa.

Será el teniente coronel Alfonso Beorlegui el encargado de dirigir a las fuerzas sublevadas columnas requetés en su avance hacia Irún.

Ya el 9 de agosto la columna Beorlegui lanzó un ataque directo contra Irún que fue duramente respondido por las milicias populares mandadas por el comunista Manuel Cristóbal Errandonea, así como por los carabineros mandados por los tenientes Gómez y Ortega.

Mola emprendió una campaña para aislar el País Vasco y cerrar el acceso a la frontera con Francia.

Por otro lado, Beorlegui había conseguido su gran objetivo, pero fue herido por un francotirador cuando entró en la ciudad y se encontraba inspeccionando la zona fronteriza.

Civiles armados del bando republicano parapetados detrás de sacos de arena.
Río Bidasoa, frontera natural entre España y Francia.