Allí se encontró con un grupo de monárquicos de Madrid —entre ellos los jóvenes Joaquín Satrústegui y Carlos Miralles— que estaban defendiendo el túnel del ferrocarril frente a las fuerzas gubernamentales que habían tomado Guadalajara.
[8][9] Finalmente, ante la presión enemiga, la columna Gistau se retiró hacia posiciones de retaguardia.
Su punto de partida había sido la milicia comunista (MAOC) y el batallón "La Pasionaria" formado en los primeros días del golpe en Madrid.
Esta unidad se organizó siguiendo el modelo del Ejército Rojo y contaba con comisarios políticos que debían explicar a los soldados las razones de la lucha y al menos en teoría debían ratificar las órdenes de los jefes militares para que éstas fueran cumplidas.
[12] Otro comunista que también destacó en los combates en la sierra, aunque al margen del Quinto Regimiento, fue Valentín González «El Campesino».
Sin embargo, la República no pudo contar con unidades militares regulares con sus mandos y sus dotaciones porque el gobierno republicano de José Giral había decretado la disolución de dichas unidades para atajar la sublevación y dejar a los posibles oficiales rebeldes sin tropa.
Además los conflictos entre los jefes milicianos y los militares profesionales fueron constantes, especialmente con las milicias confederales anarquistas.
[16][c] En el bando republicano murieron muchos oficiales profesionales, entre ellos los capitanes Condés,Faerna,Fontán Cadarso y González Gil —Condés era, junto al también fallecido Luis Cuenca, uno de los hombres relacionados con el asesinato de José Calvo Sotelo—.