[1] El galardón, el principal reconocimiento del certamen, es entregado en la gala de clausura que tiene lugar en el Teatro Calderón de Valladolid.
En 1958, durante la tercera edición se instituyó el premio Dom Bosco, de oro para la película ganadora y de plata para la película finalista, junto al reconocimiento de Mención Especial.
Fue en la 5.ª edición de la SEMINCI, en el año 1960 cuando surgió la Espiga aunque entonces no se trataba del principal premio otorgado por el festival, por lo que tuvo que compartir papel con el Lábaro, el Premio Ciudad de Valladolid y las Menciones Especiales.
A lo largo de las siguientes ediciones el festival mantuvo estos premios, a los que se unió, en 1961, el Premio San Gregorio.
En el año 1974, en la decimonovena edición del festival, desapareció finalmente el Lábaro, de forma que a partir de entonces, las Espigas de Oro y Plata se convirtieron en los principales reconocimientos del festival.