Gastronomía tártara

Cierta recetas, como el plov (pılaw), el halvah (xälwä) y el sherbet (şirbät), entraron hace mucho a la cultura tártara.

Los tártaros se familiarizaron con muchos elementos de la gastronomía rusa pronto en su historia.

Los tártaros se familiarizaron pronto en su historia con el arroz, el té, la fruta seca, las nueces, los aderezos y las especias.

La fruta era cultivada principalmente en invernaderos de la ribera derecha del Volga, e incluía manzanas, cerezas, frambuesas y grosellas.

Los champiñones no eran típicos de la cocina tradicional tártara, y empezaron a usarse solo recientemente, en especial entre la población urbana.

Las aves (pollos, gansos) eran comunes en las granjas locales y los huevos un plato popular, preparado de diversas formas.

La apicultura en la franja del bosque con la estepa producía abundante miel para consumo local.

Las sopas se sirven a menudo con albóndigas o bollos rellenos (öçpoçmaq, pärämäç, bawırsaq).

Las patatas cocidas son una guarnición frecuente, con rábano gratinado servido como acompañamiento.

Una versión local popular es el llamado pilaw de Kazán, que se prepara con carne cocida.

Los platos que combinan carne cocida con fideos incluyen el qullama o bişbarmaq, común a muchos pueblos turcos.

Los cereales se han usado en una variedad de gachas: mijo, alforfón, avena, arroz, guisante, etcétera.

La masa sin levadura se usa tradicionalmente para hacer bollos, tanto dulces como salados, panes planos y galletas.

Varios alimentos al horno con relleno salado son específicos de la gastronomía tártara.

Posteriormente el nombre empezó a usarse para tartas normales con diferentes rellenos, parecidas al piróg ruso.

La cocción sobre un fuego abierto no era común, usándose solo para elaborar panqueques (täçe qoymaq) y huevos fritos (täbä).

Los cambios económicos y culturales has introducido muchas recetas nuevas, enriqueciendo la cocina tradicional.

La apertura al comercio internacional ha dado acceso a frutas y verduras que antes se consideraban exóticas, como plátanos, kiwis, mangos, berenjenas, etcétera.

Por otro lado, las peculiaridades de los platos nacionales tártaros aseguran su continua popularidad en otros países.

En 1944 fueron injustamente acusados por Stalin de colaborar con la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y unos 500.000 tártaros crimeos fueron deportados a Asia Central.

Los tártaros que viven actualmente en Crimea son una minoría en la península, suponiendo el 12% de la población.

Otros países con población significativa de tártaros crimeos son Uzbekistán, Rusia, Turquía y Rumanía.

El pan plano uzbeko, el nan (o lepyoshka en ruso), es también una receta básica entre los tártaros de Crimea.

Şulpa (sopa) con fideos.
Pilaw ( plov ).
Qazılıq como parte de un plato de carne de caballo (a la derecha).