Ido

Sin embargo, fueron introducidos ciertos cambios para tratar algunas de las preocupaciones que se habían presentado sobre el esperanto.

Estos incluyen: Existe no obstante, una corriente del Esperanto que utiliza un método similar: en esperanto el sufijo para el femenino es -ino ( -nj si es nombrado con intención de cariño, por ejemplo en español madre > mami ) y el sufijo, no oficial, para masculino es -iĉo, (¿el motivo de ese sufijo en concreto?

Beaufront se puso a favor del esperanto durante el proceso, pero las mejoras adoptadas por la nueva lengua provocan su "conversión" al ido, lo que supone un refuerzo de sus posiciones iniciales y un acto de coherencia.

Los primeros promotores del esperanto se resistieron a las reformas y el propio inventor, L.L.

En 1894, propuso eliminar las letras acentuadas por ser "una barrera en la difusión de la lengua", eliminar también el caso acusativo, cambiar el plural -oj al italianesco -i, y prescindir de la concordancia adjetivo-sustantivo por considerarla un lastre superfluo.

Couturat, que fue el principal impulsor del ido, murió en un accidente de coche en 1914, lo cual, junto a la Primera Guerra Mundial supuso un serio revés al movimiento.

Después de las guerras mundiales, poco a poco se levantó el movimiento idista, pero este comenzó a perder miembros y casi todas las sociedades nacionales desaparecieron, incluyendo la Academia de Ido.

Según esto, en el mismo instante en que el ido no pudo suplantar al esperanto y que no fue adoptado por la comunidad esperantista, muchos vieron la convivencia entre ambas lenguas como un peso innecesario y se dirigieron hacia otros proyectos.

Como los occidentalistas, muchos idistas esperaban que el IALA produjera una lengua muy similar a la de su preferencia, pero finalmente, la radicalmente naturalística interlingua resultó ser aún más diversa que el ido y del extenso occidental y (en contraste con lo que sucedió con la comunidad occidentalista) no hubo una migración importante de partidarios del ido hacia la nueva lengua.

En este periodo la supervivencia del idioma se sostuvo con recursos financieros acumulados durante su periodo dorado (por ejemplo, el químico Wilhelm Ostwald donó lo recabado de su Premio Nobel de 1909 a una fundación idista).

Uno de ellos, Don Harlow (ver Don Harlow en la Wikipedia en esperanto), escribió una historia del ido, concretamente en el tercer capítulo de su El libro del esperanto, "Cómo construir un lenguaje".

[3]​ Algunos han criticado la validez de su historia, a lo que él respondió en un subcapítulo, "Ido: Los inicios".

Al tratarse de una lengua artificial, es extremadamente difícil saber el número exacto de hablantes, pero se estima que puede haber entre 100 y 200 e Internet ha permitido un renovado interés por la misma en los últimos años.

Es posible encontrar en Internet foros trilingües ido-esperanto-lengua madre (inglés, español...), en los cuales los diferentes interlocutores se comunican casi sin problemas.

Las normas de acentuación en ido son regulares, pero ligeramente más complicadas que en esperanto: todas las palabras polisílabas son llanas excepto los verbos infinitivos, que son agudas -así, encontramos nombres como skolo (escuela), telefono (teléfono), filozofo (filósofo), kafeo (café); adjetivos como universala (universal) y verbos conjugados como lernas (aprendo).

En cambio, la correspondiente forma pasiva del singular sería skribata, que significa literalmente escrito.

Los pronombres fueron revisados para hacerlos acústicamente más distintos de lo que lo son en esperanto, los cuales todos acaban en i.

Los comparativos y superlativos no se realizan cambiando el adjetivo, sino añadiendo palabras auxiliares.

Esto permite tomar palabras ya existentes y modificarla para crear un neologismo y que este sea inteligible por el resto de la comunidad sin necesidad de tener que ser explicado previamente por su creador.

Los nuevos vocablos se crean tras un análisis de su etimología y haciendo referencia a su equivalente en su lengua primitiva.

Los afijos son un recurso ampliamente utilizado en ido para formar vocablos de la misma familia que la palabra originaria.

Ejemplos: Los sufijos pueden aglutinarse y colocarse dos o más según como sea necesario, siempre que la palabra, al irse prolongando, conserve una coherencia gramatical.

Entre los idistas más conocidos se encuentran: Artículo 1.º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Universal Deklaro di Homal Yuri, en ido)[7]​ Omna homi naskas libera ed egala relate digneso e yuri.

Logo de la lengua Ido
Fotografía del Congreso Internacional de Ido en Dessau , Alemania en 1922.
Bandera del ido