No se conservan de esta época sino palabras sueltas o formulismos como un fragmento de la ley sálica utilizado cuando un siervo se convertía en hombre libre, que se cree es la más antigua frase conservada en neerlandés antiguo o fráncico bajo antiguo: « Maltho thi afrio lito » (literalmente: "Te llamo siervo: te doy tu libertad").
Los más antiguos versos considerados como pertenecientes a la literatura neerlandesa fueron de hecho compuestos en Rochester (Inglaterra) por un monje flamenco hacia el año 1100: «Hebban olla vogala nestas bagunnan hinase hic enda thu wat unbidan we nu» (literalmente: "Todos los pájaros han comenzado a hacer su nido, salvo tú y yo.
Una literatura en afrikáans comenzó a surgir en Sudáfrica durante el siglo XIX, y comparte las mismas raíces literarias que el neerlandés contemporáneo, a medida que los afrikáneres evolucionaron desde los neerlandeses del siglo XVII.
Hay consenso en creer que Karel ende Elegast fue escrito en Flandes en el siglo XII, sin embargo, el texto refleja una larga tradición oral ya presente en otras culturas, en especial en Egipto, Francia y Rusia.
A partir del siglo XIII, la literatura se volvió más didáctica y desarrolló un carácter protonacional, cada vez más atento a la naciente burguesía; pero aún muchos escritos pertenecían al ámbito religioso y místico (monjes Hadewijch, Thomas Kempis).
En el siglo XIII el poeta místico Jacob van Maerlant dio un gran impulso a su lengua, aunque tuvo que responder ante el mismo Papa en persona por una versión de la Biblia en verso.
De estas cámaras, las primeras se dedicaron casi por completo a preparar misterios piadosos y milagros para el pueblo.
Sin embargo pertenecen a esta escuela Dirck Volckertszoon Coornhert (1522-1590), primer autor humanista de los Países Bajos.
Tras haber publicado sus tesis sobre las indulgencias en 1517, Lutero encontró rápidamente seguidores en los Países Bajos, y luego también Juan Calvino.
Los comienzos del XVIII suponen una cierta familiarización con la literatura inglesa: Alexander Pope, Daniel Defoe, Joseph Addison y John Steele son el modelo.
Estos «spectators» tienen en común ser hebdomadarios dirigidos a la clase media burguesa y que publican novelitas de carácter moralizante.
Dos damas que vivían juntas, la viuda calvinista Betje Wolff y Aagjie Deken, escribieron una buena novela epistolar, De Historie van mejuffrouw Sara Burgerhart / La historia de la señorita Sara Burgerhart (1782), entre otras obras.
Esta fue también la época en que se atacan diversos tabús: Jacob van Lennep el de los burdeles, y Conrad Busken Huet el del divorcio.
Para ellos, el estilo tenía que reflejar el contenido y expresar las emociones viscerales e íntimas del escritor.
Los principales representantes del movimiento fueron, además de Kloos, Albert Verwey, Frederik van Eeden, Marcellus Emants, Louis Deyssel y Herman Gorter.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la obra que más se destacó fue el Diario de Anna Frank, impreso póstumo por su padre tras morir su hija en un campo de concentración alemán, al igual que la escritora, periodista y poeta Jan Campert o la enfermera Etty Hillesum.
Otros autores importantes son Hannes Meinkema (1943-), Anja Meulenbelt (1945-), Andreas Burnier (1931-2002), Hermine De Graaf (1951), Tessa de Loo (1946-), Willem Brakman (1922-2008) K. Louis Ferron (1942-2005), Johan Daisne (1912-1978), Tommy Wieringa (1967-), Gerrit Krol, R. A. Basart, Menno van Beekum, Huub Beurskens, Hafid Bouazza, Willem Brakman, Désanne van Brederode, M. Februari, Kees 't Hart, Stefan Hertmans, Pol Hoste, Gijs IJlander, Atte Jongstra, Geerten Meijsing, Charlotte Mutsaers, Jeroen Olyslaegers, Koen Peeters, P.F.