Aunque existen indicios de asentamientos pertenecientes al Paleolítico inferior, y yacimientos vacceos y tardorromanos, Valladolid no tuvo una población estable hasta la repoblación de la cuenca del Duero, cuando Alfonso VI entregó a su valido Pedro Ansúrez su señorío, en 1072.
Una teoría afirma que en la época andalusí se llamó Balad al-Walīd بلد الوليد, exónimo árabe usado actualmente y que significa «puebla de Walid» o «villa de Ulit»[9][10] en alusión quizá al califa omeya Walid I, que gobernaba el Imperio islámico en el momento de la conquista árabe, pero más probablemente a algún posible gobernante o propietario árabe local llamado Walid o cristiano con dicho nombre (sea cual sea el caso, este común nombre árabe Ulit se castellanizaría en Olit u Olid).
[13] Otro posible origen pudiera ser «Vallis olivetum», es decir, «Valle de los Olivos», aunque dado el clima con fríos inviernos y con frecuentes heladas entrada ya la primavera que tiene la ciudad no es muy probable que hubiera gran cantidad de olivos en la zona.
[16] Por último, se encuentra el término de «Pintia», que parece tener un origen mucho más culto.
El identificar a Valladolid con esta ciudad proviene del Renacimiento y la costumbre que imperaba en aquella época de relacionarlo todo con las civilizaciones antiguas.
Las montañas que delimitan la meseta retienen los vientos y las lluvias, excepto por el Oeste, por donde la ausencia de grandes montañas permite un pasillo abierto al océano Atlántico y es por aquí, por Portugal, por donde penetran la mayoría de las precipitaciones que llegan a Valladolid.
Aquel debate se considera hoy pionero y una vital aportación en la historia a la construcción de los derechos humanos.
Cabe reseñar que en este periodo llegó, en misión diplomática, el artista Peter Paul Rubens y Cervantes publicó su primera edición del Quijote, en 1604.
Los vallisoletanos Claudio Moyano, Germán Gamazo o José Muro serían importantes políticos en la España del siglo XIX.
Durante la guerra y también una vez finalizada ésta, la represión franquista fusiló en Valladolid en torno a 40 personas cada día.
Este hecho provocó la puesta en marcha de un planeamiento urbanístico, proyectado y parcialmente ejecutado en 1938: el Plan César Cort.
Durante tres décadas permaneció deshabitado y en varias ocasiones a punto de ser derribado, convirtiéndose su exterior en un importante muro reivindicativo.
[59] En el último lustro, Valladolid ha sufrido una paulatina pérdida de población, principalmente debido a movimientos hacia su área metropolitana.
Tras su repoblación, y una vez el valle se vio libre de la ocupación árabe, la ciudad comenzó a expandirse.
En el siglo XVI, la ciudad fue la capital del Reino, y en ella se centralizaron los principales órganos político-administrativos.
La ubicación del ejecutivo regional, presidido por Alfonso Fernández Mañueco, se encuentra en el colegio de la Asunción.
Repartidos en sus 25 facultades y centros asociados, unos 2000 profesores dan clase a más de 12 906 alumnos matriculados en Valladolid en 2023.
[80] Valladolid cuenta con los siguientes centros sanitarios: Barrio España, Canterac, Circunvalación, Delicias I, Delicias II, Magdalena, Pilarica, Plaza Circular, Rondilla I, Rondilla II, San Pablo, Tórtola, Arturo Eyríes, Casa del Barco, Gamazo, Huerta del Rey, La Victoria, Parquesol, Plaza del Ejército, Parque Alameda-Covaresa; de los cuales Rondilla, Delicias y Pilarica disponen servicios de urgencias PAC.
El sindicato Comisiones Obreras ha propuesto un tren de cercanías entre Palencia, Valladolid y Medina del Campo, dando servicio a esta conurbación urbana.
[93] Dado que el trazado del ferrocarril atraviesa el centro del casco urbano, dividiéndolo en dos partes con una barrera de difícil comunicación, se han planteado desde los años 1980 diversas soluciones al problema, y con mayor intensidad desde que ya fue inminente la llegada de la alta velocidad a la capital.
La desaparición del mismo eliminaría la línea divisoria que parte actualmente la ciudad, dejando espacio para nuevos usos públicos y áreas residenciales.
El edificio, construido en ladrillo, tiene dos notables detalles en piedra: la portada con arco carpanel y la esquina con ventana angular plateresca.
En las inmediaciones, la iglesia de San Martín destaca por su esbelta torre, realizada en traza románica a principios del siglo XIII.
Fue erigido sobre el antiguo Alcázar Real, y está realizado en estilo gótico, aunque la fachada es posterior: fue diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón a mediados del siglo XVI.
La historia de la Semana Santa en Valladolid se remonta al siglo XV, si bien anteriormente hubo procesiones en el interior de los conventos, donde nacieron las cofradías más antiguas como Santa Vera Cruz, Angustias, La Piedad, La Pasión y Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Por la SEMINCI han desfilado personajes del mundo cinematográfico, como Ken Loach, Brad Pitt, Kenneth Branagh, Ang Lee, Sophia Loren, Julie Christie, John Cleese, María de Medeiros, Liv Ullmann, Abbas Kiarostami, Atom Egoyan o Mira Sorvino.
Durante los meses veraniegos se celebran Las Noches de San Benito con conciertos y cine al aire libre.
Hasta cuatro premios Cervantes, la máxima distinción literaria en lengua castellana, están vinculados a Valladolid: Miguel Delibes, Jorge Guillén (ambos naturales de la ciudad), Francisco Umbral y José Jiménez Lozano (residentes durante muchos años).
Entre los personajes reconocidos dedicados al mundo de la interpretación destacan grandes actores como Lola Herrera, Concha Velasco, Emilio Gutiérrez Caba, Diego Martín, Roberto Enríquez, Elvira Mínguez, Ágata Lys, la actriz y modelo Inés Sastre, Juanjo Pardo, Emilio Laguna, Julia Torres, Paloma Valdés, Daniel Muriel, Nacho López, Fernando Cayo, Ana Otero o las hermanas Loreto y Marta Valverde, directores como Enrique Gato, Arturo Dueñas, Álvaro Martín Sanz, Alberto Morais o Enrique García-Vázquez o Pedro del Rio[122] y productores como Rodrigo Espinel.
[123] En el mundo de la televisión han adquirido gran relevancia Patricia Conde, Deborah Ombres o Manu Carreño.