[1] Las artes decorativas incluyen procedimientos y técnicas como la cerámica, el mosaico, la ebanistería, la orfebrería, la glíptica, el esmalte, la taracea, la metalistería, el textil, la tapicería, la corioplastia o la vidriería.
Cabe también valorar la estrecha relación entre las artes decorativas y la cultura popular, que a menudo ha tenido en este medio su principal vía de expresión.
[25] Los egipcios lograron grandes avances técnicos, especialmente en orfebrería, como en el batido del oro, el cincelado, el grabado a buril, el granulado y la incrustación.
[117] En España, la arquitectura plateresca —cuyo nombre deriva de la platería— puso una especial atención en los elementos decorativos, principalmente candelabros, grutescos, festones y columnas abalaustradas.
En España surgió el bargueño, cofre rectangular con asas, con numerosos cajones y compartimentos, así como el sillón llamado frailero (o misional en Hispanoamérica).
Esta técnica se difundió gracias al aumento del comercio transoceánico, que permitió la llegada de maderas exóticas, como el amaranto, la caoba, el sicomoro, etc.
[142] En Flandes, Rubens fundó una escuela de burilistas para divulgar más eficazmente su obra, entre los que destacó Lucas Vorsterman I; también Anton van Dyck cultivó el aguafuerte.
Las artes decorativas tuvieron especial relevancia, ya que, como se ha señalado, el rococó fue un arte de aire burgués dedicado a la ostentación y el lujo.
[163] La ebanistería retornó a formas más clásicas, representada principalmente en el Reino Unido por Robert Adam, George Hepplewhite y Thomas Sheraton.
[176] La arquitectura historicista se basó en el eclecticismo y en el revival de estilos anteriores reinterpretados según conceptos modernos, lo que produjo movimientos como el neorrománico, el neogótico, el neobarroco, etc.
Esta corriente defendía una revalorización del trabajo artesanal y propugnaba el retorno a las formas tradicionales de fabricación, estipulando que el arte debe ser tan útil como bello.
[181] En 1857, Morris amuebló su propia casa (Red House, Bexley Heath, Kent), en un estilo austero, primitivista, remarcando el carácter práctico y sencillo de las obras.
En 1888 fundó la Guild and School of Handicraft en Toynbee Hall (Londres), donde diseñó mobiliario, platería y metalistería en un estilo cercano al modernismo.
En la década de 1890 se recibió la influencia modernista, pero poco después Philip Webb retornó a un estilo más rústico y austero.
[187] Se solían utilizar motivos ornamentales como flores, hojas, zarcillos tentaculares, curvas sinuosas y figuras humanas —preferentemente mujeres— de aspecto delicuescente.
[218] El grabado fue practicado por numerosos pintores, como Pierre Bonnard, Maurice Denis, André Derain, Max Slevogt, Henri Matisse, Marc Chagall, Vasili Kandinski, Paul Klee, Pablo Picasso, Joan Miró, Salvador Dalí, Willem de Kooning, Jackson Pollock, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Eduardo Chillida y Antoni Tàpies.
[219] En 1925 se celebró en París la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes, que supuso el punto de arranque del art déco.
Este estilo, que perduró hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, supuso una revolución para el interiorismo y las artes gráficas e industriales.
Gropius rechazaba la producción industrial, con una postura cercana al movimiento Arts & Crafts, y defendía el trabajo cooperativo, así como la responsabilidad social del diseñador.
En esta escuela destacaron creadores como László Moholy-Nagy, Oskar Schlemmer, Johannes Itten, Paul Klee, Josef Albers, Vasili Kandinski, Lilly Reich, Gerhard Marcks o Wilhelm Wagenfeld.
Tomó el relevo la Bauhaus, donde el diseño industrial pasó al ámbito académico, y sus postulados fueron igualmente adoptados por la arquitectura racionalista (o Estilo Internacional).
[238] En Estados Unidos el pionero fue el arquitecto Frank Lloyd Wright, hasta la eclosión del diseño en los años 1930 con figuras como Henry Dreyfuss, Raymond Loewy y Walter Dorwin Teague.
Estilísticamente, al inicio del siglo continuó predominando el arte posmoderno, aunque también se notó la influencia de movimientos arquitectónicos como el high-tech y el deconstructivismo.
[261] En América del Norte vivieron diversas tribus adaptadas a los múltiples hábitats de este continente, tales como regiones árticas, selvas, desiertos, bosques y praderas.
[262] El arte chino ha tenido una evolución más uniforme que el occidental, con un trasfondo cultural y estético común a las sucesivas etapas artísticas, marcadas por sus dinastías reinantes.
[270] En cuanto al arte textil destaca la seda, descubierta en China en el milenio III a. C., cuya invención se atribuye a Lei-Tsu, concubina del emperador Huang-Ti.
[272] El arte japonés se divide en períodos históricos: Jōmon (5000-200 a. C.), Yayoi (200 a. C.-200 d. C.), Kofun (200-600), Asuka (552-646), Nara (646-794), Heian (794-1185), Kamakura (1185-1392), Muromachi (1333-1573), Momoyama (1573-1615), Edo (1615-1868) y Meiji (1865-1911).
En Japón, durante el período Jōmon, se produjo la cerámica más antigua producida por el ser humano (7000 a. C.), hecha a mano y decorada con incisiones o impresiones de cuerda.
[285] En el sudeste asiático el arte estuvo a caballo entre la tradición hinduista y budista, así como el islamismo, introducido en el siglo XV principalmente en Indonesia.
[311] Otro terreno de relevancia fue la corioplastia, especialmente en Córdoba, donde se creó la técnica del cordobán, que junto al guadamecí fueron las principales modalidades producidas en la España musulmana y exportadas a toda Europa.